En 1947 empezó la fabricación del Citroën HY, que añade la estructura monocasco a las innovaciones del TUB. 

Su motor y su caja de cambios estaban situados en el voladizo delantero, con lo que se aprovechaba al máximo el espacio de carga. 

La chapa ondulada, además de darle un aspecto inconfundible, daba más rigidez a su carrocería. Unida a su parte trasera prácticamente cúbica, permitía multitud de transformaciones: desde instalar una puerta lateral deslizante hasta habilitar una cocina totalmente equipada, como se hace actualmente en los food trucks.